Lieja, Bélgica, 1 de septiembre de 2019.- El Monegaso Charles Leclerc, logró romper la mala racha de 15 carreras sin ganar para la escudería Ferrari desde el año 2008 en el serial de EE.UU. Con esta victoria en el Gran Premio de Bélgica, el joven piloto nacido Montecarlo estrena su vitrina de trofeos dentro de la Fórmula 1.
Sin embargo, este triunfo llegó en uno de los días más duros y tristes en lo personal para Leclerc, quien tras concluir la carrera y en un acto muy conmovedor, miró fijamente al cielo para dedicar el triunfo a su amigo Anthoine Hubert, fallecido el día de ayer en la carrera de F2 del Gran Premio de Bélgica.
Leclerc logró mantener la posición de la pole en los primeros momentos de la carrera, para luego aprovechar la excelente estrategia de Ferrari al sacrificar a un Sebastián Vettel, siempre más lento, y al que frenaron pronto para que realizara la función de tapón ante la escudería Mercedes. Con lo cual obligaron a Lewis Hamilton, a conformarse con la segunda posición del podio, mientras que el alemán tetracampeón caería hasta el cuarto lugar.
En esta carrera fue evidente que Vettel aceptó el papel que le toca en estos momentos, el de convertirse en el segundo piloto de Ferrari ante el empuje de un Leclerc que ha dado el primer paso para tener un futuro brillante dentro de la F1.