México, 5 de noviembre de 2019.- A Alfonso Durazo lo compararon con “Pinocho”.
En su comparecencia ante las comisiones de Seguridad Pública del Senado y Bicameral de Seguridad Nacional le regalaron un muñeco de madera de este personaje de la literatura italiana, creado por Carlo Collodi.
El obsequio se lo dieron para recodarle como secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana sus innumerables contradicciones en el operativo fallido de Culiacán, Sinaloa, donde se liberó a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
La panista Indira de Jesús San Román, hacia uso de la palabra cuando sacó de una mochila azul a la marioneta y se la entregó personalmente.
El secretario le agradeció el gesto con un beso y un abrazo.
“Desafortunadamente, hemos visto mentira tras mentira por parte de este gobierno las últimas semanas, de que si iban pasando por ahí, pero después resulta que no iban pasando por ahí, que era un operativo. Pero, en la estrategia de seguridad no hay operativos, entonces la situación se vuelve muy confusa. (…) Le voy a entregar un símbolo muy lamentable, (…) un símbolo para que se piense dos veces, una vez más, otra vez cuando se intente mentir a los mexicanos de esta forma, secretario”.
A “Pinocho” lo colocaron sobre la mesa principal del Salón de Plenos de la Comisión Permanente.
De ahí la morenista Lucía Trasviña lo cogió con su mano derecha. Con ternura lo abrazó, lo arrulló, le dio unas palmaditas en la espalda y lo escondió, pensando que era para su nieto.
“Me gustó Pinocho para nieto, (…) yo pensé que era para mí. Ya se lo guardé, ya se lo guardé”.
Durazo Montaño prometió que México conocerá la verdad de este operativo fallido y afirmó que el gobierno no actuó con dolo.
“En el caso de Culiacán, por su peso histórico, el país merece la verdad. Iremos informando según avance la investigación, no cambiaremos las versiones sí los datos de la investigación no nos obligan a hacerlo. (…) La información parcial que al principio se expuso, correspondió a la información disponible en ese momento, los hechos cambiantes por instantes modificaron la información proporcionada a la opinión pública. Pero, jamás hubo dolo. La prioridad en ese momento no era, dicho con todo respeto, la información a comunicar, sino la decisión a tomar. Buscábamos que aquello que iba rumbo a convertirse en un episodio de guerra y derramamiento de sangre inocente, se resolviera privilegiando la paz pública, como los teníamos instruido por el presidente de la República”.
La sesión inició con un minuto de silencio por los 9 integrantes de la familia Lebarón, asesinados este lunes en los límites de Chihuahua y Sonora.
Alonso Durazo protestó decir verdad.
Mientras, en los escaños, panistas y morenistas intercambiaron descalificaciones, recurriendo a mantas y pequeños letreros.
Los panistas colocaron una lona con este texto: “#DejenDeMentir”.
Enseguida, intensificaron su manifestación de descontento. Se pararon enfrente de la tribuna principal con una fotografía a color de “Pinocho”, que tenía escrito en su sombrero el nombre de Morena y portaron letreros que decían: ¡Miente!, y 847 Feminicidios.
En respuesta, los senadores de Morena desplegaron una caricatura de Felipe Calderón vestido del “Comandante Borolas”, con el siguiente texto:
“¡Soy Un Patriota..! ¡Pinté México De Verde Y Rojo..!”.
Alfonso Durazo no llegó solo a su comparecencia.
Arropado por el coordinador de Morena, Ricardo Monreal; la presidenta del Senado, Mónica Fernández; el secretario de Marina, almirante Rafael Ojeda; el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio y hasta el director de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, arribó al Salón de Plenos de la Comisión Permanente.
El secretario rechazó que la liberación de Ovidio Guzmán se diera por una negociación.
Confirmó que esta fue una decisión “colectiva” de los secretarios de la Defensa, de Marina y de él.
Aclaró que este gobierno dará cumplimiento a la orden de detención con fines de extradición en contra de Ovidio Guzmán.
“Y en el caso de Ovidio Guzmán no está libre de esta orden de detención solicitada con propósitos de extradición. Consecuentemente, continuaremos con el cumplimiento de esa petición del gobierno norteamericano”.
Admitió que tras el fracaso en Culiacán, se deben ajustar los protocolos de actuación.
“Reflexionando con responsabilidad y con honestidad, después de Culiacán estamos obligados a revisar y ajustar protocolos de actuación. Sin embargo, lo que está en el fondo de todo esto es el debate sobre dos visiones distintas: La de quienes quieren combatir a la delincuencia organizada a toda costa, caiga quien caiga y la de quienes pensamos que ya fue suficiente el derramamiento de sangre que desde hace años padecemos. La de los que creen que la sola aplicación de la ley, en crudo, resolverá el problema y la de quienes consideramos que mientras no se ataquen a plenitud las causas que generan la violencia, la inseguridad seguirá presente”.
Refrendó que la estrategia de este gobierno en materia de seguridad avanza correctamente y, en el caso de Culiacán, aseveró que no eludirá su responsabilidad ni se “lavará” las manos.
A la presidenta del Senado, Mónica Fernández le entregó los avances actualizados sobre los acontecimientos sucedidos en Culiacán, Sinaloa, el 17 de octubre pasado.