‘¡Ahora…Ya me voy de blanco!’

México, 5 de mayo de 2020.- Desde que se convirtió en huésped del Complejo Cultural Los Pinos, el enfermero Jorge Sánchez volvió a ponerse su uniforme blanco, lo cual había evitado por miedo a agresiones.

Él fue uno de los 58 inquilinos que pasó la noche en la ex residencia presidencial, habilitada por el gobierno para albergar a personal médico que atiende a pacientes con Covid-19.

Sánchez se hospeda en el Dormitorio 3, que en el sexenio anterior era ocupado por los guardias presidenciales.

Después de desayunar en el comedor habilitado frente al edificio denominado Molino del Rey, dijo que se paseó por los jardines y, en sus recorridos, vio unas canchas de basquetbol y el helipuerto.

Contó que ayer hizo la tarea a través de videollamada con su hijo, de quien ha estado alejado desde que empezó a atender a personas con el virus.

A las 12:15 horas de este martes salió de su habitación y abordó uno de los camiones amarillos que trasladan a personal de salud de su lugar de trabajo hasta este sitio y viceversa.

Él partió rumbo al Hospital General de Zona número 27, en Tlatelolco.

«¿Durmió bien?», se le preguntó.

«Sí. No hay nada de ruido. La cama está cómoda. Estoy muy a gusto», manifestó.

«Es una habitación muy amplia. Son nueve camas divididas por lockers. Entre cama y cama hay una división aproximadamente de un metro y medio a dos metros, o sea, sí tenemos una seguridad suficiente».

Para el enfermero, quedarse en este sitio le ha dado mayor tranquilidad para realizar su trabajo y pretende seguir ahí «el tiempo que sea necesario».

«Yo ya no me iba al Circuito de blanco, precisamente por lo mismo, yo ya me iba con ropa de civil. Ahorita un compañero me dice ‘¿te vas a ir de blanco?’ Y le digo pues sí. Ya tenemos transporte, nos van a llevar hasta la unidad. Ya me voy de blanco», expuso.

El enfermero indicó que sus compañeros han sido agredidos y discriminados.

Mencionó que a algunos no los dejaban subir al transporte, mientras que a otros les aventaron cloro y fueron insultados.

En el Complejo Cultural de Los Pinos también se hospeda personal médico del Hospital La Raza y Siglo XXI.

En el caso del nosocomio de Tlatelolco, dijo, también se sufría de violencia.

«Enfrente de ahí, de la unidad Tlatelolco, salió una señora a gritarnos, cada vez que salíamos ‘¡malditos contagiados!’, barbaridades», recordó.

Sin embargo, consideró que el miedo de quienes atienden a pacientes con Covid-19 sigue en los hospitales y solicitó la entrega de insumos necesarios para atenderlos. (Con información de Reforma)