México, 11 de mayo de 2020.- La contingencia sanitaria provocada por la enfermedad Covid-19 en México, puede revertir los avances en desarrollo social de la última década y comprometer la capacidad de recuperación económica de los hogares, advirtió el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El análisis «La política social en el contexto de la pandemia por el virus SARS-CoV2 (COVID-19) en México», concluye que esta crisis puede revertir los avances de México en materia de desarrollo social y que afectará en mayor proporción a los grupos más vulnerables, por lo que llama a ampliar y fortalecer las medidas emergentes de respuesta desplegadas a partir de los programas prioritarios, mejorar la capacidad operativa de éstos, asegurar que beneficien prioritariamente a la población en situación de pobreza y de vulnerabilidad, así como considerar medidas adicionales de atención a quienes pierdan su fuente de ingreso, como resultado de la contingencia, y a los sectores urbanos más expuestos a afectaciones.
El estudio anticipa aumentos preocupantes en la pobreza por ingresos, la pobreza laboral (población que no podría adquirir una canasta alimentaria con su ingreso laboral) y el riesgo de que, en ausencia de políticas públicas orientadas a esta población, las condiciones de vida de los grupos de ingreso medio enfrenten condiciones de pobreza.
El Coneval estima los efectos potenciales que la emergencia sanitaria podría generar en los niveles de pobreza por ingresos de la población.
Para la estimación de la pobreza, se construyeron dos escenarios, en función de la distribución del impacto entre diversos grupos de población:
1) En el primer escenario se simula una caída generalizada en el ingreso equivalente a 5%.
2) En el segundo escenario, se simula una reducción en el ingreso más pronunciada para los hogares en pobreza urbana.
De lo anterior se obtiene que:
• En ambos escenarios, el total de personas en situación de pobreza por ingresos (las personas cuyo ingreso es insuficiente para adquirir una canasta alimentaria, bienes y servicios básicos) se incrementa, entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales (entre 8.9 y 9.8 millones de personas).
• El número total de personas en situación de pobreza extrema por ingresos (las personas cuyo ingreso es insuficiente para adquirir una canasta alimentaria) se incrementa entre 4.9 y 8.5 puntos porcentuales (6.1 y 10.7 millones de personas).
El análisis apunta que “la crisis podría provocar que la población que en 2018 no era pobre ni vulnerable, tenga afectaciones que los lleven a encontrarse en alguna de estas condiciones”.
Ingreso laboral
Además, se estima un aumento en la tasa de desempleo de 3.3 por ciento a 5.3 por ciento y de 37.3 por ciento a 45.8 por ciento en la pobreza laboral (población que no podría adquirir una canasta alimentaria con su ingreso laboral) en los primeros dos trimestres del 2020.
“Este aumento del Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) representaría la cifra más alta de este indicador desde
2005”, precisa.
El Coneval indica que “la pérdida de empleos traerá como consecuencia no solo la disminución en los ingresos de los hogares, sino la pérdida de las prestaciones laborales que el empleo formal brinda.
De acuerdo con la medición multidimensional de la pobreza 2018, la carencia por acceso a la seguridad social fue la más alta, lo que significa que más de la mitad (57.3 por ciento) de la población no cuenta con seguridad social.
Las personas más vulnerables en este sentido son las que se encuentran ocupadas en:
1) Trabajo subordinado,
2) trabajo por cuenta propia,
3) Trabajo en los sectores más afectados y
4) Ocupados sin seguro de desempleo. (Con información de Aristegui Noticias)