Barcelona, 7 de junio de 2020 (AP).— El número mundial de muertes confirmadas por COVID-19 llegó a 400.000 el domingo, un día después de que el gobierno de Brasil rompió con los protocolos de salud pública al dejar de publicar la cantidad de decesos e infecciones en el país más afectado por el virus en América Latina.
En todo el mundo, al menos 6,9 millones de personas han sido infectadas por el virus, según la Universidad Johns Hopkins, cuyo recuento se ha convertido en importante referencia mundial. Su conteo lo encabeza Estados Unidos con casi 110.000 muertes confirmadas con el virus. Europa en su conjunto ha registrado más de 175.000 desde que el brote surgió en China a fines del año pasado.
Sin embargo, los expertos en salud creen que el conteo de John Hopkins no muestra el verdadera alcance de la pandemia.
Muchos gobiernos tratado de obtener estadísticas que puedan considerarse verdaderos indicadores de la pandemia dada la escasez de pruebas de diagnóstico, especialmente en las primeras fases de la crisis. Las autoridades en Italia y España, con más de 60.000 muertes entre ambos, reconocen que su recuento es mayor.
En contraste, el presidente brasileño Jair Bolsonaro tuiteó el sábado que los totales de la enfermedad “no son representativos” de la situación actual de Brasil, insinuando que los números realmente estaban sobreestimando la propagación del virus.
Los críticos de Bolsonaro —quien se ha enfrentado repetidamente con expertos en salud por el tema y ha amenazado con sacar a Brasil de la Organización Mundial de la Salud— dijeron que la decisión fue una maniobra del intransigente mandatario para ocultar la profundidad de la crisis.
Los últimos datos oficiales registraban más de 34.000 muertes en Brasil relacionadas con el coronavirus, la tercera cifra más alta del mundo detrás de Estados Unidos y Gran Bretaña. También contabilizaban casi 615.000 infecciones, lo que les situaba en segundo lugar, por detrás de Estados Unidos.
Por su parte, el papa Francisco aconsejó a las personas en los países donde están levantando las cuarentenas que sigan las reglas de las autoridades para contener a la enfermedad COVID-19.
“Sean cuidadosos, no canten victoria, no canten victoria demasiado pronto”, dijo el domingo.
La relajación gradual de las reglas de confinamiento en Italia ahora permite al público reunirse en la Plaza de San Pedro los domingos para la bendición del papa al mediodía y, desde el balcón de su ventana, Francisco estaba claramente encantado de ver a varios cientos de personas congregadas en la explanada de pie y tratando de mantenerse a salvo, ya fuera solos o entre familias.