México, 24 de junio de 2020.- Mara Gómez entregó al Senado su renuncia como titular de la Comisión Especial de Atención a Víctimas (CEAV).
En la carta de 3 cuartillas dirigida a la presidenta de la Cámara Alta, Mónica Fernández y al presidente Andrés Manuel López Obrador, argumenta que su dimisión obedece a que “no se puede transformar una institución y atender eficazmente las responsabilidades que le competen, si no se cuenta con el apoyo necesario, tanto económico como institucional”.
Apunta que toma esta decisión a fin de que el gobierno pueda enfrentar el desafío que representa atender a 24.7 millones de personas que cada año son víctimas de un delito y el acumulado de 61 mil personas desaparecidas reconocidas hasta ahora.
“Tenemos que trabajar con determinación y sin politiquerías. Las víctimas merecen recuperarse con dignidad de los horrores de la violencia y superar las condiciones de vulnerabilidad y marginación social. Para curar sus heridas, resulta indispensable el trabajo coordinado de todo el Estado mexicano”, advierte.
Lamenta que la vocación humanista de la CEAV se haya pervertido y reemplazado por una fórmula clientelar, centrada en el reparto de recursos económicos, usando el dinero para pagar la verdad y justicia.
“En un país con altos niveles de impunidad, la CEAV se convirtió en un negocio para algunos abogados particulares que, indiferentes ante el dolor, se acercaron a las madres que buscan a sus hijos desaparecidos u otras víctimas para litigar contra la CEAV y así obtener honorarios millonarios de hasta 60% de las compensaciones entregadas”, denuncia Gómez Pérez.
Reprueba que se pretendiera convertir la reparación integral en sinónimo de dinero, repartido de forma discrecional, sin transparencia ni rendición de cuentas. “No sorprende que en estas condiciones se haya querido hacer de la CEAV, patrimonio y botín de intereses políticos”.
Destaca que el diagnóstico puntual de las irregularidades fue reportado con oportunidad a la Junta de Gobierno y a la Asamblea Constitutiva de la CEAV y, se determinó la realización de 12 auditorías, seis de las cuales están concluidas con numerosas observaciones que se tienen que solventar y las otras seis están en curso.
Reprocha que nadie se ocupara de consolidar una institución que es fundamental para el Estado mexicano.
La CEAV, afirma, nació de una forma improvisada, por lo que tras años de existencia, no tienen un solo inmueble propio, más de la mitad de su personal se encuentra contratado de manera irregular y, prácticamente todos los servicios básicos de funcionamiento son contratados a proveedores particulares.
Estas deficiencias de origen, afirma, permiten hacer negocio con la institución y son fuente de su enorme vulnerabilidad institucional.
Señala que encontró múltiples resistencias, amenazas, infundios y ataques de quienes quieren seguir lucrando económica y políticamente con el dolor de las víctimas.
Acusa que hay quienes no están dispuestos a renunciar a componendas y abuso. Quienes se aferran a privilegios que indebidamente han tenido por años. Quienes se han empeñado en mal informar al presidente de la República, a los funcionarios, a la opinión pública, tanto a través de las redes sociales como en medios de comunicación.
Agradece a pleno del Senado la distinción que le otorgó y al presidente López Obrador le externa su reconocimiento y respeto.
La renuncia de Mara Gómez se hizo efectiva a partir de este martes.
