México, 5 de julio de 2020.- Ricardo Monreal, reconoció que las próximas elecciones del 2021 serán complicadas para Morena, porque el nombre de Andrés Manuel López Obrador no estará en las boletas.
Al participar en el mitin virtual «Victoria del Pueblo», el coordinador de Morena en el Senado, aseguró que los comicios que vienen su partido actuará con sobriedad y prudencia.
Recordó que los resultados de las elecciones del 1º de julio de 2018, «fueron la expresión de un pueblo convencido de la urgente necesidad de reencauzar el rumbo y de asumir con toda responsabilidad un cambio de régimen, con la profunda transformación de las instituciones».
Dijo que el resultado que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, abrió el camino a un proyecto nacionalista y fue la conquista de las luchas por la libertad y la igualdad en México.
Esto se reflejó, señaló, no solo en la elección del presidente, porque en el Congreso de la Unión y congresos estatales, Morena con sus aliados, el PT y el PES, obtuvieron mayoría, así como en presidencias municipales.
Ricardo Monreal aseveró que de este movimiento hubo personas que se beneficiaron y que ahora se han apartado de sus principios, lo que obliga a observar de mejor manera la selección de dirigentes, candidatas y candidatos en futuras elecciones.
Dijo que durante la etapa del neoliberalismo se impuso el individualismo sobre la colaboración, la ayuda mutua, la solidaridad y la fraternidad nacional, porque la cultura política se deterioró, y dio paso al odio, la envidia, el valor supremo del dinero y la acumulación material.
Aclaró que ahora se regresa a una visión social del ejercicio de gobierno, enfocada en mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de la población, sin dejar de lado el modelo de desarrollo en los otros sectores de la sociedad, porque el gobierno no está en contra de la prosperidad, el empresariado y el sector económico.
Señaló que la visión de este gobierno sí se opone a la desigualdad social y al intento por manipular al gobierno, a la opresión del pueblo y a la concentración del poder en unas cuantas manos, así como la corrupción y el tráfico de influencias que se aprovechaban del poder público. Lo que se busca es separar el poder económico del poder político.
El Estado debe ser el instrumento que promueva el bienestar de las y los mexicanos, con el combate a los vicios del pasado que estimularon la extracción y el cooperativismo.
Agregó que el éxito de Morena se debe en gran parte a la separación entre gobierno y partido, lo que ha promovido desde su posición el presidente López Obrador y «pone en claro relieve la honestidad y moralidad del jefe del Estado mexicano».
Afirmó que Morena ya no es la llave para abrir el favoritismo económico y político. Hoy existe una distancia entre la administración pública y la vida partidaria. Ya el presidente no es el primer morenista del país.
Los recursos públicos ya no se destinan al partido del presidente y los delitos electorales ahora se consideran como graves.
Exhortó a quienes hacían aportes privados a partidos a cambio de favores, a que ya no lo hagan más, porque habrá una vigilancia al financiamiento de grupos, partidos y aspirantes.