Propone Mancera que Mario Molina reciba post mortem Medalla Belisario Domínguez

México, 13 de octubre de 2020.- Miguel Ángel Mancera, coordinador del PRD en el Senado, propuso que Mario Molina, Premio Nobel de Química 1985, sea recipiendario post mortem de la Medalla Belisario Domínguez en su edición 2020.

En la Gaceta Parlamentaria de este martes, el exjefe de Gobierno inscribió una comunicación, para enterar al pleno de su proposición.

Recordó que la Medalla Belisario Domínguez se instituyó en 1953, para enaltecer la memoria y rendir homenaje a este prócer y a sus elevadas virtudes cívicas y reconocer a las y los mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia y su virtud, en grado eminente, como servidores de la patria o de la humanidad.

Propuso que en su edición 2020, la medalla se le conceda post mortem al eminente científico Mario Molina, fallecido apenas el 7 de octubre pasado.

Mario Molina nació en la Ciudad de México en 1943. En 1965 se graduó como ingeniero químico por la Universidad Nacional Autónoma de México; dos años después realizó estudios de posgrado en la Universidad de Friburgo, Alemania y en 1972 recibió el doctorado en Fisicoquímica de la Universidad de California, Berkeley,
Estados Unidos.

Fue pionero y uno de los principales investigadores a nivel mundial de la química atmosférica.

En 1974, publicó junto con F.S. Rowland un artículo prediciendo el adelgazamiento de la capa de ozono como consecuencia de la emisión de ciertos gases industriales, los
clorofluorocarburos (CFC), el cual les mereció el Premio Nobel de Química en 1995.

Asimismo, sus investigaciones y publicaciones sobre el tema condujeron a la instrumentación del Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas, el primer tratado internacional que ha enfrentado con efectividad un problema ambiental de escala global y de origen antropogénico.

El doctor Molina y su grupo de investigación identificaron las propiedades químicas de los compuestos que juegan un papel esencial en la descomposición del ozono de la estratosfera.

Posteriormente, demostraron en el laboratorio la existencia de una nueva clase de reacciones químicas que ocurren en la superficie de partículas de hielo, incluyendo aquellas que están presentes en la atmósfera.

Gracias a sus investigaciones, el doctor Molina integró el claustro de profesores de prestigiosas universidades e institutos en diversos países, como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT); la Universidad Nacional Autónoma de México; la Universidad de California, lrvine; el Laboratorio de Propulsión a Chorro del Instituto Tecnológico de California; la Universidad de California en San Diego (UCSD); así como del Instituto de Oceanografía SCRIPPS, Estados Unidos.

El doctor Molina fue miembro de El Colegio Nacional; de la Academia Nacional de Ciencias y del Instituto de Medicina de los Estados Unidos, miembro distinguido de la Pontificia Academia de las Ciencias del Vaticano, de la Academia Mexicana de Ciencias y la Academia Mexicana de Ingeniería, entre otras.

De igual forma, recibió numerosas distinciones, entre ellas, más de 40 doctorados Honoris Causa, el Premio Tyler de Energía y Ecología en 1983, el Premio Sasakawa de las Naciones Unidas en 1999, el Premio Nobel de Química en 1995, el Premio Campeones de la Tierra que otorga Naciones Unidas y fue el primer mexicano en recibir la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos.

Desde 2005 presidía el Centro Mario Molina, un lugar de investigación y promoción de políticas públicas, donde se realizan estudios estratégicos sobre energía y medio ambiente, particularmente en los campos de cambio climático y calidad del aire.

Con su fallecimiento, el país perdió al segundo mexicano en ser galardonado con el Premio Nobel, así como a un científico de prestigio mundial y a un luchador incansable en lograr políticas que atendieran el problema del cambio climático y el desarrollo sustentable.

Miguel Ángel Mancera, reiteró que Mario Molina debe ser recipiendario de la Medalla Belisario Domínguez como reconocimiento a su obra y vida.