México, 10 de abril de 2018.- En las indagatorias de los feminicidios de la académica de la UNAM, Graciela Cifuentes, y su hija Sol, se descartaron a sus últimas parejas como sospechosos.
Funcionarios de la Procuraduría capitalina (PGJ) revelaron que Alan, quien sostenía una relación con Sol, ya declaró como testigo, está localizable e incluso ha acompañado a la familia de las víctimas en algunas actividades.
Lo mismo ha ocurrido con el ex esposo y el más reciente compañero de Graciela; el primero inclusive ha accedido a ser entrevistado por autoridades ministeriales.
La semana pasada, el Yaris blanco robado de la casa de las víctimas fue localizado en la Colonia Volcanes, Delegación Tlalpan.
Con base en pruebas de laboratorio realizadas al vehículo, la PGJ obtuvo una huella dactilar diferente a la de las mujeres, aunque aún no se acredita que pertenezca al asesino.
Quien sustrajo el auto de la casa de Graciela y de Sol es un joven cuyos rasgos físicos fueron aportados por el vigilante del lugar.
Los avances de la investigación también arrojaron que es muy poco probable que los feminicidios fueran consumados por uno o varios de los obreros que remozaban la vivienda, ubicada en la Delegación Álvaro Obregón.
Las mujeres habitaban una casa de dos niveles que resultó dañada por el sismo del 19 de septiembre de 2017, y aunque recibieron apoyo del Gobierno local para hacer reparaciones, carecía de ventanas, muros y el cancel del acceso principal estaba averiado.
Por estos daños, la vivienda se volvió insegura, por lo que los feminicidas lograron entrar fácilmente.
Cometido el doble crimen, incendiaron el inmueble para borrar evidencias, pero agentes de Investigación lograron analizar horas de grabaciones de cámaras particulares y del C5, que los condujeron hasta el Yaris robado. (Con Información de Reforma)