
México, 12 de diciembre de 2017.- El cardenal Norberto Rivera Carrera, conmovido, agradeció a la feligresía, sacerdotes, obispos y religiosos, que lo acompañaron en más de 22 años de su arzobispado.
Rivera Carrera encabezó este martes la tradicional Misa de las Rosas en la Basílica de Guadalupe, para celebrar los 486 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac.
El hoy administrador de la Arquidiócesis de México, pidió desterrar todos los desastres que afectan al país, que son un verdadero terremoto continúo, porque aniquilan la dignidad, los valores y la esperanza de los mexicanos.
Llamó a los feligreses a seguir con el puño en alto, para ayudar a las personas a guardar silencio, para escuchar la vida de nuestro corazón y de los demás, como se hizo en aquellos momentos después de los sismos de septiembre, cuando todos subían su brazo con el puño en alto, para guardar silencio y así poder escuchar la vida.











