México, 18 de diciembre.- La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que la relación de México con Cuba se mantendrá sin cambios y no estará sujeta a presiones del gobierno de Estados Unidos, al subrayar que se trata de una decisión soberana basada en una postura histórica y humanista del Estado mexicano.
Durante su conferencia de prensa, la mandataria fue cuestionada sobre si su gobierno estaría dispuesto a reconsiderar la relación con Cuba en el marco del vínculo bilateral con Estados Unidos.
En respuesta, Sheinbaum recordó que la postura mexicana frente a la isla ha sido constante desde 1959, independientemente del signo político de los gobiernos en turno.
“Este ha sido un tema permanente desde la Revolución Cubana. Ha habido una constante en la relación México-Cuba”, sostuvo.
Sheinbaum hizo un recuento histórico de los presidentes mexicanos que han mantenido dicha política, desde Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, hasta Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, destacando que ninguno modificó de fondo la relación diplomática con La Habana.
Incluso recordó episodios simbólicos como la visita de Fidel Castro durante el gobierno de Vicente Fox, pese al conocido incidente diplomático del “comes y te vas”, ocurrido cuando Jorge Castañeda era canciller.
La presidenta subrayó que México fue durante décadas el único país del continente que votó contra el bloqueo a Cuba en la Organización de Estados Americanos (OEA), una postura encabezada entonces por el canciller Manuel Tello, lo que marcó una diferencia clara con la política exterior de Estados Unidos.
“Esa relación siempre ha sido una diferencia entre el gobierno de Estados Unidos y el gobierno de México, y no tiene por qué influir en las relaciones México-Estados Unidos”, afirmó.
Sheinbaum enfatizó que actualmente un número creciente de países vota en la Organización de las Naciones Unidas a favor de eliminar el bloqueo económico contra Cuba, lo que —dijo— refuerza la legitimidad de la postura mexicana.
El ángulo central de su posicionamiento, explicó, está basado en una visión humanista de la política exterior.
“Los pueblos no tienen por qué sufrir. El bloqueo es una acción muy compleja para los pueblos; quien sufre es el pueblo”, expresó.
Finalmente, la presidenta dejó en claro que su gobierno mantendrá la relación con Cuba sin modificaciones, reiterando que se trata de una decisión soberana que no está sujeta a negociación dentro de la agenda bilateral con Estados Unidos.
“Nuestra posición con relación a Cuba se va a mantener”, concluyó.
