Washington, 19 de enero de 2021 (AP).- El presidente electo Joe Biden hizo una entrada sobria a la capital de la nación el martes, listo para asumir el poder mientras Estados Unidos se tambalea por la pandemia de coronavirus, el aumento del desempleo y las graves preocupaciones sobre más violencia mientras se prepara para tomar el juramento.
Biden, un ávido fanático de Amtrak, había planeado tomar un tren a Washington antes del día de la inauguración del miércoles, pero eliminó ese plan a raíz de la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de los Estados Unidos.
En cambio, voló a una base aérea militar en las afueras de la capital el martes por la tarde y luego se dirigió a la fortaleza DC, una ciudad que ha sido inundada por unos 25,000 soldados de la Guardia Nacional que custodiaban un Capitolio, la Casa Blanca y el National Mall envueltos en un laberinto de barricadas y cercas altas.
Poco antes de que Biden partiera hacia Washington, Estados Unidos alcanzó otro hito sombrío en la pandemia, superando las 400,000 muertes por el virus, según la Universidad Johns Hopkins.
“Estos son tiempos oscuros”, dijo Biden a decenas de simpatizantes en una emotiva despedida en Delaware antes de partir hacia Washington. «Pero siempre hay luz».
Biden, quien se postuló para la Presidencia como una cabeza fría que podía hacer las cosas, planea emitir una serie de órdenes ejecutivas el primer día, incluida la reversión del esfuerzo del presidente Donald Trump de abandonar el acuerdo climático de París , cancelando su prohibición de viajar a los visitantes de varios países predominantemente musulmanes y ampliar los límites de la era de la pandemia sobre los desalojos y los pagos de préstamos estudiantiles.
Trump no asistirá a la toma de posesión de Biden, el primer presidente saliente que se salta la ceremonia desde Andrew Johnson hace más de siglo y medio.
La Casa Blanca publicó un video de despedida de Trump justo cuando Biden aterrizaba en la Base Conjunta Andrews.
Trump, quien ha afirmado repetida y falsamente que un fraude generalizado lo llevó a perder las elecciones, expresó sus «mejores deseos» a la administración entrante en su discurso de casi 20 minutos, pero no pronunció el nombre de Biden.
Trump también pasó parte de su última vez en la Casa Blanca acurrucado con asesores que sopesaban los indultos de última hora y las concesiones de indulto.
Trump planea partir de Washington el miércoles por la mañana en una gran ceremonia en la base aérea que él mismo ayudó a planificar.
Biden en su despedida de Delaware, celebrada en el Centro de la Guardia Nacional/Reserva que lleva el nombre de su difunto hijo Beau Biden, rindió homenaje a su estado natal.
Después de sus comentarios, se detuvo y conversó con amigos y simpatizantes de la multitud, como una cuerda de Iowa al comienzo de su largo viaje de campaña.
«Siempre seré un hijo orgulloso del estado de Delaware», dijo Biden, quien luchó por contener las lágrimas mientras pronunciaba breves comentarios.
Después de llegar a Washington, Biden fue directamente a una ceremonia vespertina en Reflecting Pool cerca del Lincoln Memorial para honrar las vidas estadounidenses perdidas por Covid-19.
Se le unió la vicepresidenta electa Kamala Harris, quien habló de la angustia colectiva de una nación.
“Durante muchos meses hemos estado afligidos por nosotros mismos”, dijo Harris. «Esta noche, lloramos y comenzamos a sanar juntos».
Biden siguió con sus propios comentarios breves, diciéndoles a los estadounidenses que «para sanar debemos recordar».
Mientras hablaba con 400 luces que representaban a las víctimas de la pandemia iluminadas detrás de él, se enfrentó a la estatua de Abraham Lincoln, el presidente de la Guerra Civil que sirvió cuando murieron más de 600,000 estadounidenses.
Cuando se dio la vuelta para alejarse al final de la vigilia, se enfrentó a la pared de granito negro que enumeraba a los más de 58,000 estadounidenses que murieron en Vietnam.
Los organizadores inaugurales de esta semana terminaron de instalar unas 200,000 banderas de Estados Unidos, estatales y territoriales en el National Mall, una exhibición para representar al pueblo estadounidense que no pudo asistir a la inauguración, que está restringida bajo las estrictas restricciones de seguridad y Covid.
También es un recordatorio de todos los rostros del presidente electo mientras busca guiar a la nación a través de la pandemia con infecciones y muertes en aumento.
Desde la puerta de salida, Biden y su equipo tienen la intención de moverse rápidamente para acelerar la distribución de vacunas a los estadounidenses ansiosos y aprobar su paquete de alivio del virus de $1.9 billones, que incluye pagos rápidos a muchas personas y un aumento en el salario mínimo a $15.00 una hora.
Biden también planea presentar un amplio proyecto de ley de inmigración el primer día de su administración, con la esperanza de brindar un camino de ocho años hacia la ciudadanía para aproximadamente 11 millones de personas que viven en los Estados Unidos sin estatus legal.
Eso sería un cambio importante de las estrictas políticas de inmigración de la administración Trump.
Algunos republicanos destacados ya se han opuesto al plan de inmigración de Biden.
«Hay muchos problemas que creo que podemos trabajar en cooperación con el presidente electo Biden, pero una amnistía general para las personas que están aquí ilegalmente no va a ser uno de ellos», dijo el senador Marco Rubio, republicano por Florida, quien a menudo es un jugador central en las batallas de inmigración del Senado.
Pero, las ambiciones legislativas de Biden podrían verse atenuadas por la dura verdad que enfrenta en Capitol Hill, donde los demócratas tienen una mayoría estrecha tanto en el Senado como en la Cámara.
Sus esperanzas de seguir adelante con una avalancha de legislación en sus primeros 100 días también podrían verse frenadas por un juicio político de Trump .
Mientras Biden se dirigía a Washington, cinco de sus selecciones de gabinete comparecieron el martes ante los comités del Senado para comenzar las audiencias de confirmación.
La nominada del Tesoro Janet Yellen, el nominado de Defensa Lloyd Austin, el nominado de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas, el nominado a Secretario de Estado Antony Blinken y la nominada a Directora de Inteligencia Nacional Avril Haines estaban siendo interrogados.
Yellen en su audiencia de confirmación instó a los legisladores a aceptar el paquete de alivio del virus de Biden, argumentando que «lo más inteligente que podemos hacer es actuar en grande».
Los asistentes dicen que Biden usará el discurso inaugural del miércoles, uno que se pronunciará frente a un grupo inusualmente pequeño en persona debido a los protocolos de virus y preocupaciones de seguridad y se espera que dure de 20 a 30 minutos, para pedir la unidad estadounidense y ofrecer un optimismo mensaje de que los estadounidenses pueden superar el momento oscuro trabajando juntos.
Con ese fin, extendió invitaciones a los cuatro principales líderes republicanos y demócratas del Congreso para que asistieran a misa con él en la Catedral de San Mateo antes de la ceremonia de inauguración.
