México, 27 de octubre de 2022.- Manuel Espino Barrientos, ex comisionado del Servicio de Protección Federal (SPF), reveló que entregó a Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, una propuesta de pacificación, consistente en que el gobierno federal entable un diálogo con los grupos criminales que existen en el país.
El expresidente del PAN declaró que la propuesta la hizo llegar a diferentes organizaciones del crimen organizado y hasta ahora dos de ellas dieron respuesta positiva.
Al participar en el foro internacional “Seguridad y Justicia por un México Mejor”, organizado por el Senado, el expresidente nacional del PAN reconoció que urge un cambio de estrategia, un ‘golpe de timón’ en materia de combate a la inseguridad.
Reconoció que el país está en una disyuntiva: construir la paz con justicia social y seguridad para los ciudadanos o se sigue jugando a la ‘guerrita’ con la confrontación directa con los grupos criminales, con los efectos colaterales que ya se conocen.
Se pronunció por construir la paz sobre la base de la justicia transicional, con los ajustes necesarios a la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.
Relató que en abril pasado platicó sobre este tema con el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien le recordó que su principal oferta en campaña era abonar a la pacificación.
“Y le decía yo entonces al presidente que no solamente no lo hemos logrado, sino que lo hemos empeorado. Hoy estamos peor que al principio en materia de seguridad y le ofrecí llevarle una propuesta y le dije que iba a hacer muy atrevida”, recordó.
Comentó que insinuó su propuesta a la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, pero “me fustigó, porque yo le decía a la secretaria que no podemos descartar a priori acordar con los grupos criminales”.
Manuel Espino sostuvo que llegar a un acuerdo con el crimen organizado, no es una ocurrencia y está comprobado que da resultados.
“Que la propuesta que puse en sus manos (al secretario de Gobernación) iba a buscar la manera de hacerla llegar a algunos de los grupos del crimen organizado en México y logré hacerla llegar a algunos y solamente recibí respuesta de dos. ‘Si esto se hace en México le entramos’. Estamos en esa tarea, no quiero abundar más porque luego me pueden acusar de indiscreto. Lo que quiero decir es que esas cosas dan resultados, me consta que dan resultados, lo vi en Ciudad Juárez, lo vi en El Salvador, lo vi en Colombia, lo vi en República Dominicana hace años, (…) Porque lo más importante es pacificar al país. ¿El objetivo es aniquilar a los criminales?, claro que no, ese no es el objetivo”.
Subrayó que “lo que yo vengo a plantear es que nos abramos a la posibilidad de los acuerdos, no de cualquier manera, no con cualquiera y que no materialice tampoco los acuerdos cualquiera.
No es seguir el criterio, como me han dicho ‘de que el fin justifica los medios’, no, no es eso. Es aplicar un criterio que hace años, no sé si todavía, la Iglesia le llamaba ‘del segundo efecto’, que acepto consentir que para conseguir un bien mayor, consiento un mal menor, pero que me ayude a resolver lo peor. Y aquí tal vez el mal menor es dialogar y acordar con ellos y se puede, atendiendo sus intereses también, que los tienen”, apuntó.
Detalló que, en sus conversaciones con el secretario de Gobernación, ha tratado de convencerlo de que la estrategia de congelar cuentas y quitarles el dinero a los criminales no es correcta.
“El dinero no es ni bueno ni malo. Le decía al secretario de Gobernación, el dinero tiene un efecto parecido al del tequila.
El tequila no emborracha, se emborracha el pendejo que no sabe tomar el tequila. El dinero es así, ni bueno ni malo. Si ustedes insisten en perseguir y quitarles el dinero, mal”, reiteró.