México, 29 de diciembre de 2017.- El presidente Enrique Peña Nieto, afirmó que el aumento de los precios máximos de las gasolinas de enero pasado, fue una decisión responsable; pues en caso contrario, se hubieran aplicado recortes al presupuesto de al menos 180 mil millones de pesos.
En respuesta a las preguntas parlamentarias formuladas por las distintas bancadas en el Senado para ampliar la información de V Informe de Gobierno, el Presidente señaló que de haberse mantenido a la baja el precio de los combustibles, se hubieran requerido cerca de 200 mil millones de pesos de recursos fiscales para su subsidio.
Señaló que de haberse continuado con el subsidio a las gasolinas, se habría requerido un recorte al gasto público de al menos 180 mil millones de pesos.
Este monto habría sido equivalente a 17 veces los recursos para becas para educación básica, media superior y superior; 43 veces el presupuesto de los programas de abasto de Diconsa y Liconsa; 4.7 veces el monto de la pensión para adultos mayores y 2.7 veces el presupuesto del Seguro Popular.
El presidente Peña Nieto, precisó que haber modificado a la baja el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a los combustibles, habría afectado una fuente importante de ingreso para los gobiernos de los estados y los municipios.
Recordó que el IEPS representa casi una quinta parte de las participaciones y aportaciones a estos.
Dijo que de haberse presentado este escenario, hubiera sido sumamente grave, considerando que el gasto estatal es el que da un impulso estratégico clave al crecimiento regional.
Recordó que en todos los países se cobran impuestos a los combustibles, en la mayoría de los casos muy superiores a los que se aplican en México, ya que reconocen los efectos nocivos del consumo de combustibles.
En enero pasado se realizó un ajuste al precio máximo de las gasolinas y el diésel: de 13.98 a 15.99 pesos para la gasolina Magna; de 14.81 a 17.79 pesos para la Premium y de 14.63 a 17.05 pesos para el diésel.
